Retablo de Quicena
Hay referencias bibliográficas de la existencia de un retablo que hubo en la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Quicena.
Según Ricardo del Arco, en su artículo "El Monasterio de Montearagón", el Abad Miguel Asín (1765-1791) mandó dorar dicho retablo.
Según fuentes orales, en la Guerra Civil (1936-1939), el pueblo de Quicena fue asediado por el bando republicano. El retablo de la Iglesia Parroquial, junto con muchas obras de arte que en ella se custodiaban, fueron extraidas del tempo, apiladas en la plaza del pueblo y quemadas.
La iglesia fue disparada, se usó como almacén de armamento y finalmente se quemó. La Iglesia no se desplomó por completo debido a los recios muros que la sustentan.
Durante muchos años, en el sitio del retablo se colocaron cuatro imágenes:
- El Sagrado Corazón de Jesús.
- La Inmaculada
- San Pedro Mártir
- El Cristo Crucificado
En 2015, en su lugar, se colocó un lienzo que se usaba en la Semana Santa de Quicena